Perder peso a menudo no resulta una tarea fácil, aunque los pasos están claros: combinar una dieta equilibrada con ejercicio físico. No hay secretos, pero sí que es cierto que existen algunos elementos que pueden ayudarte a ser más eficaz en el proceso.
El té es una bebida saludable, con apenas calorías y que contiene compuestos químicos que pueden ayudar de distintas maneras a tu cuerpo a eliminar la grasa. Por eso, puede ser un buen complemento de tu dieta y un buena elección si buscas una forma sabrosa de sustituir bebidas menos adecuadas para perder peso.
Todos los tés “verdaderos” se elabora a partir de las hoja de la Camellia sinensis, la planta del té. Aunque comparten, por lo tanto, algunas propiedades, el hecho de pasar por diferentes procesos de elaboración influye en como cada uno de ellos afecta a nuestro cuerpo.
Veamos a continuación algunas de las mejores opciones para ayudarte a lograr tu objetivo de perder peso.
El té verde es, probablemente, el más conocido para ayudar a complementar dietas para perder peso. Su popularidad está relacionada también con el hecho de que es el té sobre el que se han realizado un mayor número de estudios científicos.
El té verde es una de las variedades menos oxidadas de té. Esto significa que, después de su elaboración, sigue conteniendo una parte importante de los antioxidantes naturales de la planta, que juegan un papel importante en sus propiedades para la salud.
Un estudio realizado sobre un conjunto de personas que padecían obesidad señaló que el consumo habitual de té verde podría tener un efecto moderado en la pérdida de peso y podría servir para su posterior mantenimiento (1). Este efecto sería atribuible al incremento del gasto de energía y a la oxidación de las grasas.
De este modo, el consumo de té verde aumentaría el metabolismo, mejorando el trabajo de nuestro cuerpo a la hora de quemar calorías y también la actividad de la insulina.
La cafeína presente en el té verde juega un papel importante en la termogénesis, el proceso que el cuerpo humano sigue para producir calor a partir de las grasas. El Departamento de Biología Humana de la Universidad de Maastricht asoció el consumo elevado de cafeína con la pérdida de peso en el siguiente estudio. (2)
Como complemento a la dieta, se recomienda tomar unas 2 o 3 tazas de té verde al día. Todas las variedades de té incluyen un contenido calórico muy bajo, que ayudaría a saciarnos y retrasar las necesidades de ingesta de alimentos. Por supuesto, solamente bebiendo té verde no tendrás el cuerpo que siempre has soñado, debes acompañar su consumo con ejercicio regular y cambios en tus hábitos de alimentación.
El té blanco es descrito a veces como el té más natural, desde la perspectiva que su proceso de elaboración es el menos complicado y agresivo.
Para obtener el té blanco, se cosechan brotes de la planta Camellia sinensis y se procesan mínimamente. De este modo, se obtiene un té con la mayor concentración de antioxidantes. Sí, el té blanco tiene más antioxidantes que el verde.
El sabor del té blanco es más suave que el del té verde, con un dejes florales o frutales. Aunque en este momento el té blanco se ha comenzado a popularizar por sus propiedades interesantes, sigue siendo un té poco conocido.
En 2009 una investigación señaló que al ser el té blanco el menos procesado de los tés, tendría mayor cantidad de polifenoles y por ende, sería el más adecuado para acompañar la pérdida de peso. De hecho, los resultados sugirieron que el consumo habitual de té blanco aceleraría el metabolismo en un 5% al inhibir la creación de grasa (adipogénesis) y estimular la movilización de lo lípidos (3).
El té negro es una infusión muy utilizada tanto para perder peso como para bajar los niveles de estrés y estimular el cerebro. De hecho, la medicina tradicional india sostiene que cuenta con una acción diurética, saciante, estimulante y termogénica.
Los compuestos alcaloides de la cafeína y la teína serían los causantes de ese poder termogénico que nos permitiría eliminar el extra de grasas de nuestro cuerpo. Sumado a esto, su función diurética permitiría drenar el exceso de líquidos, minimizando su retención en el organismo.
Tras cientos de años en su empleo como un té para adelgazar, comenzaron a llevarse a cabo diferentes investigaciones para probar las propiedades anteriormente mencionadas.
Algunos estudios han señalado que el té negro es rico en polifenoles, unas sustancias que se asocian a la disminución del estrés oxidativo (proceso de deterioro celular provocado por los radicales libres). Además, los polifenoles inhibirían la digestión y absorción de lípidos y promoverían el metabolismo (4).
Por lo general, se suele recomendar beber dos tazas de té negro al día (por supuesto, sin agregarle azúcar), además de llevar una alimentación saludable y practicar ejercicio físico regular.
El llamado “té azul” es muy apreciado por sus propiedades, entre las que se destaca su aporte de antioxidantes. El sabor del oolong puede ser muy variado debido a su proceso de elaboración, en el que las hojas se oxidan de forma muy distinta. Los sabores pueden herbáceos como los del té verde o más terrosos y cercanos a los del té negro.
Las catequinas presentes en el té Oolong tienen propiedades antioxidantes que servirían para retrasar el envejecimiento prematuro. En China, de donde es originario, suele utilizarse como diurético, digestivo, astringente y quemador de grasas.
Esta última propiedad fue comprobada en un estudio piloto donde los participantes consumían de manera diaria té Oolong. Al final de la investigación, se observó que la oxidación de las grasas era un 12% mayor cuando se consumía el té (5).
Esta extraña variedad de té rojo era bebida por la realeza china y, aún en la actualidad, continúa siendo especial y valorado debido a su largo proceso de fermentación, que puede durar años.
Sus propiedades serían prevenir infecciones respiratorias, estimular el metabolismo y la digestión y ayudar a bajar de peso. Al respecto, un estudio en animales señaló que al poseer un alto contenido ácido gálico, podría generar efectos contra la obesidad, siendo útil como acompañamiento en las dietas para adelgazar (6).
Bueno, realmente el rooibos no es un té, sino una infusión. El famoso té sin teína proviene de la planta Aspalathus linearis y es típico de Sudáfrica. A lo largo de la historia, se ha utilizado para tratar diversos malestares como el estrés, la tensión arterial alta, el dolor articular, la artritis, la osteoporosis y los cólicos del lactante, entre otros.
El rooibos es también una bebida rica en antioxidantes. Un estudio en animales señaló que los polifenoles presentes en esta infusión inhibirían el estrés oxidativo y además, ayudarían a perder peso (7).
¿Qué te parecen estos tés para adelgazar? Inclúyelos en tu dieta como un complemento de hábitos de alimentación saludable y ejercicio regular. ¡Verás como pronto obtendrás resultados!
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.