¿Has oído hablar alguna vez de la infusión de hojas de mora? Si no es así, ha llegado el momento de que conozcas esta sabrosa bebida que puede aportar muchos nutrientes a tu dieta y contribuir, así, a tu buena salud.
Si tienes una mora cerca de casa, no lo dudes y coge algunas hojas: te encantará el sabor de esta infusión, tanto que la convertirás en una de tus habituales.
La planta de mora, conocida como Morus por su nombre científico, es un árbol caducifolio originario de África, Asia y Norteamérica. Existen diferentes especies de árboles de mora, aunque sus propiedades para la salud son similares (1).
Se trata de plantas que crecen rápido y que difícilmente superan los 15 metros de altura. Se reconocen por sus hojas simples de color verde oscuro con borde aserrado y sus ricos frutos de color negro y sabor dulce.
Las hojas de morera blanca son famosas debido a ser la fuente de alimentación del gusano de seda. No obstante, las hojas de mora negra aportan diferentes beneficios para la salud que veremos a continuación.
La medicina alternativa ha utilizado la infusión de hojas de mora para tratar toda clase de molestias, particularmente el colesterol alto y la presencia de niveles anormales de azúcar en sangre. Sin embargo, esta bebida tiene otras propiedades interesantes.
Una taza de moras aporta aproximadamente 30,2 miligramos de vitamina C, una sustancia que ayuda a mantener el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de proteger al organismo (2, 3).
Si bien no hay datos específicos sobre las hojas de mora, se cree que estas contendrían valores similares de esta vitamina y, por ende, aumentarían las defensas.
La vitamina C (4) cuenta con propiedades antioxidantes; es decir que actúa contra la inflamación que causan los radicales libres y que recibe el nombre de estrés oxidativo. Esta acción puede desencadenar diferentes enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, el Alzheimer e, incluso, el cáncer. Por otra parte, los radicales libres (5) son responsables del envejecimiento prematuro. Así, se sospecha que la ingesta adecuada de vitamina C prevendría estos malestares.
Diferentes estudios han señalado (7) que el contenido proteico de las hojas de mora actúa sobre el azúcar en sangre, disminuyéndolo y, por ende, previniendo los picos de azúcar tan peligrosos en personas con diabetes.
¿Sabías que un consumo adecuado de fibra puede ayudarte a reducir el colesterol? Esto se debe a que la fibra soluble presente en las hojas de mora se disuelve en agua y colabora a la reducción del colesterol (8).
La infusión de mora aporta fibra al organismo y, como seguramente ya sabes, la fibra evita la hinchazón provocada por el estreñimiento pero, además, la fibra se expande al mezclarse con los jugos gástricos y genera, así, sensación de saciedad. De esta manera, beberla puede ayudar a comer menos y, por lo tanto, adelgazar.
Las hojas de mora, al igual que esta pequeña fruta, aportan vitamina K al organismo. Este componente tiene entre sus funciones colaborar con la coagulación. Pero, además, ¿sabías que una deficiencia puede generar huesos frágiles y conducir a fracturas?
Además de aportar vitamina K, esencial para la salud ósea, contiene manganeso, un mineral esencial para la formación de colágeno y, también, para la metabolización de aminoácidos, colesterol y carbohidratos. El adecuado consumo de manganeso es una de las mejores maneras de prevenir la osteoporosis (9).
Las antocianinas (10) presentes tanto en las hojas como en las moras pueden actuar como protectores de la salud cardíaca al disminuir la presión sanguínea, uno de los principales marcadores de riesgo de infarto.
Los resultados científicos sostienen que la infusión de hojas de mora puede combatir la bacteria H. pylori (11).
Puedes comprar las hojas de mora en tu herboristería de confianza o recogerlas tú mismo si tienes una planta en casa. En este último caso, escoge las hojas más tiernas; lo notarás porque casi no tienen espinas. Por supuesto, puedes usar también hojas grandes pero ten cuidado de no pincharte al recogerlas.
Si bien las hojas pueden usarse frescas, los expertos suelen recomendar un tratamiento de fermentación para mejorar su sabor. En este caso, primero debes machacar las hojas con ayuda de un rodillo o un mortero. Luego, guardas los trozos de hojas en un frasco de vidrio amplio que pueda cerrarse firmemente.
Coloca el frasco en un lugar cálido durante, al menos, tres semanas. Verás cómo las hojas se ponen cada vez más oscuras y, poco a poco, adquieren el color de las moras. Tras tres semanas (o más), coloca las hojas fermentadas en la bandeja del horno. Precalienta el horno a fuego lento y seca las hojas hasta que estén crujientes. Ahora, tan solo te queda almacenarlas en frascos herméticos, en un lugar fresco y alejado de la luz.
Ingredientes
Elaboración
Disfruta de esta dulce infusión cada día para beneficiarte de sus propiedades. Puedes mezclarla con otras hierbas para variar el sabor. Por ejemplo, se lleva bien con la menta o la manzanilla. Eso sí, ten en cuenta que deberás consultar con tu médico sobre la seguridad de beber esta infusión durante el embarazo.
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.