¿Playa o montaña?,¿ perros o gatos?, ¿dulce o salado? Hoy vamos a tratar uno de estos dilemas que enfrentan a bandos aparentemente irreconciliables: ¿es mejor tomar té o café?
Aunque en España el consumo de café es mayor, la presencia del té lleva creciendo de forma continuada en los últimos años. Una gran razón detrás de este crecimiento es el aumento del conocimiento por parte de los consumidores de sus beneficios para la salud.
Pero no nos avancemos. Lo cierto es que, por lo que respecta a la salud, ambas bebidas tienen mucho que ofrecer. ¿Tu eres más de té o de café? Veamos si después de leer este artículo sigues pensando lo mismo.
Qué difícil desayunar sin tomarse un buen té o café, ¿verdad? No es casualidad que el mundo elija estas dos bebidas para empezar el día. La clave del asunto tiene un nombre: cafeína.
Tanto el té como el café contienen cafeína, el mismo componente estimulante que nos ayuda a empezar el día con buen pie.
Pero cuidado, demasiada cafeína no es buena. El consumo excesivo se ha relacionado con varias dolencias, como náuseas y migraña. La cantidad máxima recomendada por la Organización Mundial de la Salud es de 200 miligramos diarios para un adulto.
Una taza de café espresso puede contener cerca de 100 miligramos, mientras que una de té entre 20 y 70 (sí, puede variar mucho en función del tipo de té).
El café contiene más cafeína, desde luego, pero si crees que eso lo hace necesariamente mejor para activarte por las mañanas, mejor sigue leyendo.
El té contiene otros componentes que pueden ayudarte a mejorar tu capacidad de atención y concentración. La teanina, es un aminoácido que regula como tu cuerpo procesa la cafeína, haciendo que sus efectos sean menos radicales. El resultado es una sensación de alerta más calmada, sin la sacudida que el café provoca en los más sensibles a la cafeína.
En definitiva, té o café te valdrán para espabilar por la mañana, pero recuerda: vigila la cafeína. Si quieres prescindir de ella totalmente sin perder la sensación reconfortante de empezar las mañanas con una bebida caliente, existen numerosas infusiones sin nada, nada de cafeína.
¿Sabías que el té es la segunda bebida más consumida del mundo, por detrás del agua? El mérito no es exclusivamente de su sabor, sino de sus propiedades beneficiosas para la salud, que se conocen desde la antigüedad. Cabe recordar que, en el pasado, el té era principalmente conocido como una hierba medicinal.
Como te explicábamos, el té es fuente del aminoácido teanina que, en combinación con la cafeína, mejoraría la atención y concentración al mismo tiempo que generaría una sensación de relajación general (1).
Diversas investigaciones han comprobado que aquellas bebidas que contienen tanto teanina como cafeína tendrían un mayor impacto en la concentración debido a los efectos de dicho aminoácido en el cerebro del consumidor (2).
En primer lugar, el té es fuente de polifenoles, específicamente teaflavinas, tearubiginas y catequinas (3), compuestos con propiedades antioxidantes cuyo consumo puede ayudar a eliminar los radicales libres que afectan a nuestro organismo y disminuir el daño celular. Según un estudio del año 2003 (4), el consumo de té negro o verde protegería al ADN del posible daño oxidativo. De esta manera, una taza de té podría ayudarnos a reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Otro de los beneficios del té radica en su contenido de flavonoides, sustancias que según diferentes estudios (5, 6, 7) ayudarían a disminuir el colesterol alto y mantener la presión arterial estable, dos de los grandes factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
De hecho, un estudio (8) señaló que, quienes bebieron té negro durante 12 semanas, redujeron de forma significativa sus niveles de azúcar en sangre, valores de triglicéridos y colesterol “malo”. No obstante, se necesitan mayores investigaciones que arrojen datos concluyentes al respecto.
Si bien en los últimos años se ha planteado la controversia sobre la ingesta recomendada de cafeína al día, algunos estudios señalan las posibles bondades de ingerir café. Mientras que la OMS recomienda 200 miligramos al día, la americand FDA sube el límite hasta las 4 o 5 tazas de café, que equivalen a unos 400 miligramos diarios (9).
Entres los beneficios de consumir habitualmente café figuran los siguientes.
Un estudio publicado en la Revista Heart (10) sostiene que el consumo moderado de café ayudaría a disminuir el riesgo de obstrucción de arterias y los consecuentes ataques cardíacos.
Una investigación recogida por la Revista Nature (11) señala que el consumo de café podría ser beneficioso para mejorar la memoria.
Si bien los datos no son enteramente concluyentes, los mismos sugerirían que el consumo de café podría reducir el riesgo de padecer demencia o al menos, demorar su aparición (12).
Como ves, tanto el café como el té podrían ofrecerte beneficios para la salud. La elección dependerá, pues de tus circunstancias de salud y, como no, de tus preferencias personales.
Si te interesa reducir la ingesta diaria de cafeína, puede ser interesante beber alguna variedad de té por la mañana. Recuerda que el máximo recomendado es de 200mg/diarios de cafeína y bebiendo dos espressos ya la has cubierto. Mejor reserva esa dosis extra de energía para los momentos del día donde estás más cansado, ¿quizás a mitad de mañana o después de la comida?
Por otra parte, merece la pena destacar que la combinación de cafeína y teanina ayuda a aumentar el nivel de concentración, estimulando nuestro cerebro de una manera relajada. Es decir que el té permitir que te enfoques al 100% en tu trabajo sin sobreestimularte.
El sabor también es un factor importante. Recuerda que el mundo del té es amplio y rico en variedades que te brindarán distintos beneficios para la salud, cantidades de cafeína y, por supuesto, sabores.
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.
