Ya que tenemos la excusa de las Navidades, hoy vamos a hablarte del vino caliente, una bebida que, aunque se aleja de nuestras temáticas habituales, puede ser considerada una infusión. Vamos a ello.
Bueno, que nadie intente hacerte creer que un vino caliente te irá tan bien para el cuerpo como un té verde, pero sí, en el sentido estricto de la palabra el vino caliente es una infusión.
Recuerda que “infusionar” es usar un líquido caliente para extraer los sabores y aromas de distintos elementos. Cualquier líquido sirve, no es necesario que sea agua. En este caso, el vino caliente sería el vehículo para extraer los sabores de distintas especies y frutas en una reconfortante, sabrosa y no necesariamente sana infusión alcohólica.
El vino caliente es muy popular en zonas del centro y el norte de Europa y también en las Islas Británicas. Es una bebida que se toma en invierno y principalmente en Navidad.
La costumbre de tomar vino caliente está relacionada con el Imperio Romano, que tuvo mucho que ver con la expansión de la viticultura por el continente europeo. Ya en el siglo II dC, los romanos consumían vino caliente con especias.
Aunque existen numerosas variantes en función de dónde se prepara, el vino caliente suele ser una bebida intensa y dulce, ideal para entrar en calor. Las especies usadas pueden incluir el clavo, la canela, el jengibre, el anís y muchas más. Además, en algunos casos, el vino se refuerza con bebidas alcohólicas de más graduación como vodka o ron.
La verdad es que preparar vino caliente no es ciencia espacial. Solo es necesario tener una buena variedad de especies en casa, una botella de vino tinto (que no hace falta que sea demasiado buena) y no tener prisa en la cocción. Esta es una de esas recetas que, a fuego lento, saca su mejor versión.
Las cantidades de especias a usar son totalmente adaptables a tu gusto y es difícil equivocarse. Para una botella de vino, basta con poner “un poco” de todo lo que te guste.
El mulled wine es la versión inglesa del vino caliente. Una receta temprana de esta bebida aparece ya documentada en libros de cocina de la Edad Media.
No existe un única receta de mulled wine, pero suele contener los siguientes ingredientes.
Ingredientes: vino tinto, piel de naranja, piel de limón, nuez moscada, canela, hinojo, anís estrellado, clavo, cardamomo, jengibre. Brandy, de forma opcional.
Preparación:
El glögg se bebe en los países nórdicos. Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Estonia tienen sus versiones propias de este vino caliente y especiado.
Los niños a menudo toman una versión sin alcohol de este preparado, en la que se sustituye el vino por zumo de fruta, normalmente de arándano.
Ingredientes: vino tinto, azúcar, canela, cardamomo, jengibre, clavo, uvas pasas, almendras fileteadas, piel de naranja,un alcohol de tu elección: se suele usar vodka, ron, brandy o el típico licor escandinavo akvavit.
Preparación:
El glühwein se toma en centroeuropa, especialmente en los mercados navideños de Alemania, Austria, Suiza y también en Alsacia.
Ingredientes: vino tinto, azúcar, canela, clavo, anís estrellado, piel de naranja, vainilla. Se puede añadir un poco de ron.
Preparación:
¡Y eso es todo! Esperamos que disfrutes de esta cálida y reconfortante mezcla. Como se suele decir en estos casos, bebe con moderación.¡Feliz Navidad!
Fuentes
Apasionada por los temas relacionados con la gastronomía y la salud. Me encanta la montaña, correr, la vida activa y mis gatos.