A la hora de preparar una taza perfecta de té, los aficionados y expertos no se ponen de acuerdo en algunas cosas. Existen muchísimos mitos y verdades sobre la preparación del té pero ¿sabes cuáles son ciertos? «Hierve el agua». «No, no la hiervas que se queman las hebras». «Mejor usar agua de botella que la del grifo». «El té se bebe sin leche… y sin azúcar».
En esta ocasión, queremos hacer un listado de los mitos y verdades sobre la preparación del té. ¿Estás listo para sumergirte de lleno en esta temática? ¡Vamos allá!
La realidad es que preparar un té no es una cuestión de matemáticas. Existen tantas maneras como personas y opiniones. Cada persona tiene sus recomendaciones para dar y, es que, estamos hablando de una cuestión de gusto.
Al fin y al cabo, lo importante es que el té sepa bien a ti. ¿Qué más da infusionar más o menos tiempo las hebras si a ti tu taza de té te parece la mejor del mundo?
Por otra parte, habitualmente, estamos acostumbrados a preparar té en sobres porque es «más rápido» y «más cómodo» y, en este caso, no hay mucho lugar a controversia ya que se siguen las indicaciones del fabricante ¡y listo!
Cuando nos adentramos en el mundo del té a granel, la cosa cambia: nos encontramos con muchos consejos, por lo general, dispares.
La clase de té escogida influye en la elaboración así como también los gustos personales influyen en la manera de elaborar y degustar el té; no obstante, algunas recomendaciones habituales pueden ser desmentidas con argumentos menos subjetivos. Justamente de estos vamos a hablar.
Aunque muchas veces se opta por los sobres por la supuesta facilidad que brindan para preparar el té, la verdad es que usar té a granel es, a la práctica, igual de rápido y puede proporcionarnos mucha más calidad.
En vez de usar sobres cuando quieres prepararte una única taza, ¿por qué no te haces con una tetera individual? Poner una cucharada de té y verter agua hirviendo es igual de rápido que calentar el agua en el microondas y echarle un sobrecito.
Los puristas del té sostienen que al hervir el agua, la misma afecta al sabor del té. Sin embargo, estamos seguros de que alguna vez te has pasado con la temperatura del agua y no has notado diferencias con tu taza de té de todos los días.
Que la temperatura influye en el sabor que desarrolla el té no es un mito, pero afecta de forma diferente a los distintos tipos de té. Mientras que las hojas de té negro son más oxidadas y, por ende, menos delicadas, las hojas de té blanco o té verde son más sensibles al calor y un exceso de calor afecta mucho a su sabor.
La temperatura del agua afecta a la cantidad de taninos que el té libera en el agua. Estos son un factor relacionado con el grado de amargor que nuestro paladar percibe en el té.
La respuesta a esto sería un “depende”. Depende de qué tipo de agua haya en el lugar donde vives.
Es recomendable usar agua blanda para preparar tu té, ya que los minerales y las sales afectan a su sabor. Si el agua de la zona donde vives es rica en calcio, magnesio o cal, quizá pueda ser necesario descalcificarla antes de utilizarla para preparar tus infusiones.
Por su lado, algunas marcas de agua embotellada pueden no ser recomendables para la preparación del té por los mismos motivos.
Otro mito que circula mucho en internet y que nos duele profundamente porque a. afecta a tu bolsillo y b. te pierdes de degustar la evolución de un mismo té según su infusionado.
Seguramente este mito provenga del extendido uso de los sobres de té. La realidad es que infusionar más de una vez un sobre de té no es una buena idea. Las bolsas de té incluyen polvillo de hojas de té y, por tanto, se trata de un té de menor calidad cuyo sabor es extraído de manera prácticamente completa durante la primera infusión.
En el caso de las hojas, la cosa cambia. El proceso de oxidación, secado y enrollado de las hojas permite que las mismas mantengan todo su color, aroma y sabor. Al infusionarse, las hojas se rehidratan y el agua extrae sus propiedades y sabor. Sin embargo, una segunda infusión (una tercera, una cuarta e, incluso, una quinta según el tipo de té) puede darle una nueva dimensión a su sabor. Hay tés complejos que cambian levemente sus matices en cada uno de sus infusionados. ¡No te pierdas la oportunidad de conocerlos en profundidad!
Cualquier cosa que agregues a tu té afectará a su sabor final. Endulzar un té no te permitirá, por ejemplo, apreciar su nivel de astringencia y, probablemente, la leche en tu té enmascarará los dejes frutales, herbales o, incluso, tostados.
Sin embargo, como ya dijimos al inicio del artículo, ¡la decisión es tuya! Si te gusta el té con leche, ¿por qué hacer caso a los supuestos expertos? Guíate por tu paladar y bebe tu té como lo prefieras.
Por último, no podemos dejar de mencionar la afirmación que circula por internet sobre lo malo que es beber agua que ha hervido dos veces. Lo cierto es que no hemos localizado datos científicos al respecto, por lo tanto no lo calificaremos ni como mito ni como realidad. Sí podemos afirmar que al hervir el agua más de una vez, es posible que ciertas sustancias se encuentren más concentradas, como por ejemplo la cal, y por ende, el sabor final de la infusión se vea levemente afectado.
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.