El té es archiconocido como infusión pero, ¿qué dirías si te contamos que es posible encontrar también numerosas recetas con té?
Algunos casos famosos son el uso del famoso té matcha en muchísimas preparaciones de bollería y repostería japonesa o del Lapsang Souchong, para dar toque ahumado a ciertas recetas.
El uso del té en la cocina es tremendamente versátil en cuanto a uso y aprovechamiento de sus variedades. Al fin y al cabo, los tés pueden funcionar al igual que las especias u otras infusiones. ¿Acaso no usamos habitualmente la menta en la cocina para dar a nuestros platos para darles un toque refrescante?
El té te ayudará a dar a tus platos un toque exótico y sorprendente. Descubre cómo.
¿Sabías que el té es una de las bebidas más consumidas del mundo? De hecho, es la bebida más ingerida después del agua.
En los últimos años, la cultura del té ha ido creciendo y cada vez más personas, también en nuestro país, disfrutan de una taza cada día. Los tipos de té consumidos han pasado de los clásicos negros y verdes en bolsita, que comprabamos en el súper, a variedades concretas con orígenes específicos que conseguimos en herboristerías o tiendas especializadas.
El uso del té en nuestra cocina es todavía incipiente, pero va dejándose ver poco a poco en los platos de las cartas de algunos restaurantes. Las diferentes variedades de té pueden aportar un toque diferente, exótico y sabroso a una infinidad de platos.
Los ejemplos son innumerables. El té puede usarse para saborizar aguas de cocción, crear sabrosas salsas, hidratar frutas secas, reemplazar líquidos en recetas de repostería o aplicarse al igual que cualquier otra hierba culinaria.
Como bien sabes, los distintos tipos de té reúnen características que los identifican y diferencian de las otras. De este modo, un té negro es más concentrado e intenso que uno verde y un té blanco, por ejemplo, puede tener dejes florales. Cada variedad, por lo tanto, puede aportar un carácter totalmente diferenciado a una misma receta.
La idea es jugar con los aromas y los sabores para lograr una experiencia diferente, que genere contrastes y permita resaltar sabores.
Internet está cargada de recetas con té. Te ofrecemos a continuación nuestro pequeño resumen. Sin embargo, más allá de la guía que nosotros podamos brindarte, te animamos a experimentar y dejarte guiar por tu paladar para crear nuevos platos que dejen a todo el mundo con la boca abierta.
Puedes usar el delicado sabor del té blanco para dar un nuevo matiz a platos con sabores suaves.
Su aroma y sabor floral lo convierten en un excelente acompañamiento para ensaladas, utilizándolo como especia. Aunque también puede quedar muy bien si cocinamos las patatas en su infusión. ¡Verás cómo cambia sutilmente su sabor!
Los platos dulces también pueden beneficiarse del té blanco, aunque debes cuidar de no combinarlo en platos con sabores intensos que oculten el toque del té. Reemplaza los líquidos de tus recetas favoritas por esta infusión, por ejemplo para empapar un bizcocho, ¡verás cómo le das una nueva vuelta de tuerca a tus platos de toda la vida!
El té blanco,además, está cargado de antioxidantes, así que puede ser un condimento con unas interesantes propiedades para tu salud.
El intenso sabor del té negro lo convierte en una buena opción para combinar con carnes rojas. Una interesante idea sería utilizar la infusión para marinar y suavizar la carne antes de la cocción, o como fondo de un guiso o cocido.
También puedes dejar volar tu imaginación y utilizar el té negro infusionado para crear una salsa distinta. Tan solo es necesario modificar el líquido habitual (o parte del mismo) por té.
Por supuesto, también puedes utilizar esta variedad para aromatizar mantequillas, realizar un ganaché de chocolate intenso o hidratar frutas secas. El té negro también puede ser utilizado como sazonador, picado muy fino y espolvoreado sobre la carne.
Existe una enorme gama de sabores dentro de los tés verdes. Podemos encontrar algunos con sabores más herbáceos, frutales o vegetales e incluso, otros con dejes florales, tostados o terrosos. De cualquier manera, en general, suelen combinar bien con platos de pescados o pollos y con cualquier receta de verduras.
Un wok de verduras y pollo con té verde puede ser un verdadero éxito, al igual que si cocinas las verduras típicas de un ratatouille sobre una salsa de tomate con té y espolvoreas té verde por encima. Les darás a platos tradicionales toda una nueva dimensión.
Si hablamos de té en la repostería, hablamos de matcha. Este té japonés es un ingrediente habitual en toda clase de platos dulces, como croissants, bizcochos, muffins, smoothies y batidos. Al tratarse de un té en polvo, puede incorporarse como cualquier otro ingrediente seco, mezclándose con miel, leche, aceite de coco o cualquier fuente líquida o semilíquida.
El matcha kasutera, o bizcocho de matcha, es todo un clásico.
El Lapsang Souchong es un té negro con un fuerte sabor ahumado. Por este motivo, se lo puede incorporar en la cocina para darle un toque ahumado a infinidad de platos. Por ejemplo, puedes hervir huevos en una infusión de Lapsang Souchong y disfrutar luego de su sabor ahumado y su llamativo color.
Al igual que las otras variedades de té, también puedes utilizarlo como especia, espolvoreándolo por encima de algún pescado, un salmón por ejemplo, antes de introducirlo en el horno.
Las infusiones de hierbas, como la menta, la rosa, la lavanda o la manzanilla, pueden acompañar bien mousses, cremas y batidos. Incluso puedes preparar leches saborizadas con té y vainas de vainilla, por ejemplo, y servirlas tanto tibias como frías.
En definitiva, el té es mucho más que una infusión. Puedes aprovechar toda la riqueza de sus sabores para incorporarla en recetas que no habrías pensado. ¡Apúntate a esta tendencia!
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.