El diente de león es una planta bien conocida, aunque con mala fama entre jardineros y hortelanos, ya que crece de manera descontrolada en campos y jardines. En muchos lugares se la considera una mala hierba, sin embargo, la medicina natural la utiliza hace muchísimos años para tratar diferentes malestares.
El Taraxacum officinale, también conocido como meacamas o achicoria amarga, pertenece a la familia de las asteráceas y de ella pueden consumirse tanto sus hojas como sus flores y su raíz. Las primeras se utilizan para acompañar ensaladas, mientras que las segundas sirven para preparar una sabrosa infusión con propiedades medicinales o incluso, se comen después de freírlas. Ahora bien, es su raíz la que mayores compuestos nutricionales alberga. Esta se usa en algunos países para elaborar cerveza.
Antes de contarte qué malestares puede ayudarte a aliviar esta infusión, tienes que saber que el diente de león es rico en polifenoles, fibra soluble, minerales como el calcio, el potasio, el magnesio, el hierro y el calcio, y vitaminas A, B, E y K (1).
La medicina natural ha utilizado el diente de león durante siglos para prevenir los cálculos renales y aliviar las infecciones urinarias, debido a sus propiedades diuréticas.
Un estudio publicado en 2009 en Journal of Alternative and Complementary Medicine comprobó dicho efecto, al constatar que quienes habían bebido infusión de diente de león durante el período estudiado, orinaban mayores cantidades que quienes se encontraban en el grupo de control (2). Si bien esto no prueba su utilidad en el tratamiento de infecciones y cálculos renales, sí podría señalar que ayudaría a eliminar sustancias nocivas para el organismo, pudiendo aliviar sus síntomas.
Su acción antiinflamatoria lo convierte en una buena opción para aliviar inflamaciones leves, así como los síntomas de enfermedades crónicas como la artritis, la artrosis, el reumatismo y otros trastornos articulares (3).
Al inicio de este artículo te contábamos que el diente de león cuenta con el hierro entre sus nutrientes. Gracias a ello, y sumado a las vitaminas A, B, C y D, el sodio, zinc y potasio, se recomienda su consumo a aquellas personas que sufren de anemia. De hecho, se suele aconsejar el consumo de esta infusión a las mujeres embarazadas que padecen de anemia gestacional, según datos publicados en el libro Botanical Medicine for Women's Health (4).
Otro de sus usos tradicionales es en el tratamiento de la diabetes. Se cree que dos de los ácidos presentes en esta planta (el clorogénico y el chicórico) mejoran la secreción de insulina, fundamental para lograr la correcta absorción de la glucosa. Más estudios al respecto serían necesarios para probar este uso (5).
Si bien los datos a día de hoy no son concluyentes, algunas investigaciones han señalado que los extractos de raíz de diente de león tendrían un potencial anticancerígeno. En particular, un estudio de laboratorio de 2016 (6) encontró que el extracto de diente de león ayudó a destruir células de cáncer de colon. No obstante, se requieren nuevas investigaciones para obtener conclusiones sobre su eficacia.
La infusión de diente de león puede beberse o usarse en forma de tónico.También se utiliza el diente de león de manera tópica para aliviar molestias de la piel como las erupciones, los eczemas e incluso, la psoriasis. Para ello, se aplican compresas mojadas con infusión de diente de león sobre la zona afectada.
Los expertos en medicina alternativa sostienen que el diente de león sería útil para tratar afecciones del hígado, como son las afecciones hepáticas, además de edemas e ictericia. No hemos encontrado aval científico sobre esta propiedad.
Uno de los componentes del diente de león es la inulina, una sustancia con efecto prebiótico que ayuda a aliviar el estreñimiento ya sea leve o crónico (7).
También se conocen las propiedades del diente de león para aliviar los cólicos.
Debido a sus funciones antiinflamatorias, la infusión de diente de león podría ser útil para combatir los dolores del síndrome premenstrual, además de utilizarse habitualmente para reducir la inflamación de los senos en madres lactantes. Pero eso no es todo, la tradición popular asegura que podría aumentar la cantidad de leche materna y regularizar la regla. Como ves, hay infusiones que pueden ayudarte durante el embarazo y también después.
Beber una infusión de diente de león puede ser muy beneficioso para tu salud, no solamente para aliviar dolencias sino también de modo preventivo. Para prepararla solo debes infusionar una cucharada de diente de león (puedes utilizar las hojas, la raíz, las flores o una mezcla, bien lavadas si son frescas) por cada taza de agua durante 5 minutos. Utiliza agua hirviendo para lograr extraer todas las propiedades de la planta. Cuela y endulza con miel si así lo deseas. ¡A disfrutar!
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.