Japón ocupa un lugar privilegiado entre los países elaboradores de tés verdes. Seguramente habrás escuchado hablar (¡o habrás probado ya!) tés japoneses como el matcha, el sencha o el bancha.
Hoy te hablamos de un té muy apreciado en Japón, pero menos conocido en Occidente. Se trata del gyokuro, uno de los tés verdes japoneses más exclusivos. Veamos por qué.
El Gyokuro, como todos los tés, se elabora a partir de las hojas de la planta del té, la Camellia sinensis (1). Sin embargo, a diferencia de otros tés, no crece a plena luz del sol sino a la sombra durante una parte importante de su ciclo.
Para obtener unas hojas de té de color suave, se cubre a la planta durante entre tres y cuatro semanas antes de la cosecha. Así, al evitar la exposición solar, la infusión en taza pierde su tradicional color verde oscuro y adquiere una palidez que da nombre al té: Gyokuro significa “joya del rocío” (2).
Su nombre no solo hace referencia a su color sino, también, a su calidad. Es una verdadera joya, siendo uno de los tés verdes japoneses de mayor calidad y también de los más caros.
Ahora bien, volvamos al tema: ¿cómo se produce? La elaboración es bastante similar a la del sencha aunque, como ya hemos señalado, se cubre a la planta del té antes de su cosecha. Esta acción se lleva a cabo a principios de abril, cuando aparecen los primeros brotes de la temporada y, para ello, tradicionalmente se utilizan pantallas de caña de arroz (3).
Aproximadamente un mes más tarde, en mayo, se inicia la Hachijuhachiya, la época de cosecha donde se recogen las primeras hojas jóvenes de Gyokuro, que son consideradas las de mejor calidad, sabor y frescura.
Tras la recolección, las hojas se cuecen al vapor para, así, evitar la oxidación que caracteriza a otras familia de tés como los negros. Este proceso de cocción es muy corto, de entre 15 y 20 segundos, y se lleva a cabo pocas horas después de la cosecha.
Una vez cocidas, las hojas comienzan su secado y posterior enrollado que mantendrá el sabor y el aroma de las hojas por más tiempo. El último paso antes de la venta es la selección: los brotes se clasifican como Gyokuro Mecha, los tallos como Gyokuro Karigane y los copos como Gyokuro-ko.
El sabor del Gyokuro es muy característico y diferente al de otras variedades de té verde. El hecho de crecer a la sombra juega un papel importante en la creación de sus aromas. La falta de luz reduce el proceso de fotosíntesis de la planta, que como resultado genera mayores niveles de un aminoácido llamado L-teanina relacionado con el peculiar sabor umami (4) del Gyokuro.
La infusión de este té tiene un suave tono verde en taza y un sabor intenso y refrescante a la vez, con un toque dulzón. A nivel aromático, cuenta con un sinfín de matices que lo convierten en un té único.
Merece la pena destacar que el Gyokuro tiene un sabor intenso, cierta astringencia que le da cuerpo y unos niveles habitualmente altos de cafeína.
Como todos los tés verdes, se cree que sería beneficioso como acompañamiento de las dietas para perder peso. Se trata de un buen diurético que permite eliminar los excesos de líquidos en el organismo evitando, así, la hinchazón.
Además, cuenta con un interesante potencial antioxidante que protege al cuerpo frente a la acción de los radicales libres, unas moléculas relacionadas con la aparición de varias enfermedades.
También es interesante señalar que la combinación de L-teanina y cafeína genera un estado de concentración alerta pero relajado que sería aconsejable cuando necesitásemos mantener la concentración por un largo periodo de tiempo (5).
La preparación del Gyokuro es un poco curiosa. Al tratarse de un té poco oxidado y, a la vez, cultivado a la sombra, es muy importante prestar especial atención a la temperatura del agua ya que el exceso de calor puede arruinar su sabor.
Ingredientes:
Nota: puede ser recomendable que tengas a mano un termómetro para medir la temperatura del agua.
Elaboración:
Últimos consejos:
Si tienes la oportunidad de probar el Gyokuro, no la desaproveches. Te sorprenderá su textura, su cuerpo y su intensidad, tan diferente a otros tés verdes. ¿Estás preparado para saborear el umami en tu boca?
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.