El té verde tiene multitud de propiedades y mucha gente decide tomarlo para mejorar aspectos concretos de su salud. Saber cuando tomar té verde juega un papel importante para poder aprovechar estos beneficios
Hemos creado una pequeña guía para responder preguntas habituales y ayudarte a separar buenos consejos de falsos mitos.
El consumo de té verde a menudo viene relacionado con sus propiedades para adelgazar. Existen varios estudios científicos que apoyan estos efectos (1, 2).
En resumen, sus propiedades estarían relacionadas con la acción de compuestos como las catequinas, que estimularían el metabolismo y, por lo tanto, acelerarían el consumo de calorías por parte del cuerpo.
Relacionado con el punto anterior, existen fuentes de información en Internet que aseguran que, para aprovechar los efectos adelgazantes del té verde, es conveniente tomarlo en ayunas.
La realidad es que no hemos encontrado estudios científicos que comparen la eficacia de tomar té verde en ayunas o con el estómago lleno para este propósito.
Lo que sí es cierto es que un efecto indeseado de tomar té verde en ayunas es la irritación estomacal. Los taninos incrementan los ácidos estomacales, pudiendo provocar irritación, reflujo o náuseas. (3)
Sí es cierto que existen estudios que relacionan el consumo de té con la anemia pero si no padeces esta afección, puedes tomarlo sin ningún problema.
De hecho, en muchos países asiáticos como Japón, por ejemplo, el té verde es la bebida que acompaña a comidas y cenas durante invierno y verano.
El té verde puede ser una buena bebida para acompañar el desayuno. Su contenido moderado en cafeína te puede ayudar a empezar el día con buen pie y energía a todos, pero especialmente a aquellos sensibles a la cafeína que prefieren evitar los efectos del café.
Recuerda que si eres de estómago sensible, el té verde te puede causar irritación. Mejor no lo tomes con el estómago vacío.
Como todos los tés, el té verde contiene cafeína. Aunque su concentración es significativamente inferior a la de, por ejemplo, una taza de café, las personas sensibles a sus efectos deberían evitar el consumo de té verde por la noche.
Es aconsejable poner un límite horario a tu última taza de té. Si le das a tu cuerpo un par de horas, habrá sintetizado la cafeína y te evitarás el insomnio o pasar una noche agitada.
El té verde contiene cafeína, sustancia que se recomienda evitar, o al menos limitar mucho, durante el embarazo ya que se ha relacionado con una mayor probabilidad de sufrir abortos involuntarios y también con el nacimiento de bebés con menos peso. (5)
Existen varios estudios que relacionan el consumo de té con la anemia (4). Esto ocurre porque existen componentes en el té verde que dificultan la absorción de hierro. Esto es particularmente importante en casos de personas que sufren anemia o que pasan por situaciones especialmente sensibles como por ejemplo un embarazo.
Afortunadamente, la absorción de hierro se ve afectada únicamente si el té verde se consume como bebida de acompañamiento de tu comida. De este modo, si te afecta este problema, es aconsejable que tomes té un par de horas antes o un par de horas después de consumir alimentos. De este modo, te aseguras de que la absorción de sus nutrientes no se vea afectada.
Los taninos del té verde aumentan la acidez del estómago. Por lo tanto, es aconsejable evitar el té verde cuando sufras de reflujo, acidez o, simplemente, te sientas con el estómago delicado.
El té verde es una bebida saludable pero, como cualquier cosa, conviene tener sentido común. Un consumo de té verde excesivo o en situaciones especiales puede estar contraindicado.
El té verde contiene cafeína, una sustancia estimulante. La Fundación Española del Corazón recomienda no superar un consumo de 300 mg diarios por adulto (6). Esto equivaldría a dos tazas de café o a, más o menos, diez tazas de té verde. Recuerda que si estás embarazada, se recomienda evitar totalmente cualquier bebida con cafeína.
Esta misma entidad hace referencia a los efectos de esta sustancia sobre el corazón, que aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca, y recomienda limitar su consumo a pacientes con enfermedades cardiovasculares y/o hipertensión
El té verde es una bebida rica en antioxidantes, unos elementos que se han relacionado en estudios científicos con numerosos beneficios para la salud. Según estos, el té verde podría ayudar en los siguientes aspectos.
Si deseas enterarte exactamente de cómo el té verde puede beneficiar a tu cuerpo, aquí tienes un artículo específico sobre el tema.
Puedes tomar el té verde solo o combinándolo con otros elementos para darle sabor o complementar sus propiedades para la salud.
Existen numerosas combinaciones del té verde que son deliciosas y saludables a la vez. Puedes combinar tu té verde con algún elemento cítrico como una rodaja de limón o naranja, o bien prepárate una taza de té aromatizado, como la famosa variedad de té verde con jazmín o té verde con menta.
Estas combinaciones pueden darle un giro a tu taza de té que contentará a tu paladar sin alterar de forma negativa las propiedades para la salud de tu bebida.
El té verde no combina tan bién con la leche como otros tipos de té. Por otro lado, la leche añadirá grasas y los azúcares de la lactosa a tu té, convirtiéndolo en una opción menos saludable. Te recomendamos que no pongas leche en tu té verde.
Te recomendamos añadir los mínimos edulcorantes posibles a tu taza de té, si es posible, ninguno en absoluto. Recuerda que edulcorantes como el azúcar o la miel añadirán calorías a tu té y lo convertirán en una bebida menos sana.
Si intentas reducir el amargor del té, debes saber que la mejor forma de hacerlo es ir con cuidado durante su preparación. Una temperatura demasiado elevada del agua hará que tu te sepa más amargo de lo que debería. Puedes seguir los pasos de nuestra guía.
Si estás en un sitio caluroso, el té verde frío te servirá para añadirlo a tu día a día sin tener que realizar ningún sacrificio. El frío no afecta a sus propiedades para la salud, así que no debes preocuparte.
Lo que sí es cierto es que el carácter del té cambia con la temperatura. Tu té verde perderá parte de sus aromas y también de su amargor natural.
El té verde es una buena elección en cualquier momento del día: es bueno para el cuerpo y bueno para el paladar.
Eso sí, ten un poco de sentido común para adaptar su consumo a tu situación concreta y no pasarte con el número de tazas. ¡Disfruta tu taza!
Fuentes:
Apasionada por los temas relacionados con la gastronomía y la salud. Me encanta la montaña, correr, la vida activa y mis gatos.