La cafeína es la droga psicoactiva más consumida del mundo, al menos, así lo describe nuestra querida Wikipedia. A diferencia de otras sustancias psicoactivas, es legal y libre de regulaciones en prácticamente todo el mundo.
El té es, después del agua, la bebida más consumida en el mundo, el café es la tercera. Las dos bebidas son consumidas diariamente por millones de personas de todas las culturas y países del mundo.
Uno de los motivos por los que estas dos bebidas son consumidas es por su efecto energizante, y este es debido a un célebre componente presente en los dos brebajes: la cafeína, un estimulante natural presente en algunas plantas. Aprendamos más sobre este maravilloso compuesto y veámos cuál es el té con más teína.
Sí, la cafeína está presente tanto en el té como en el café. Cuando se habla de la cafeína del té, a veces se usa el término teína, pero se trata de exactamente el mismo compuesto.
Sin embargo, los efectos que produce la cafeína cambian en función de cómo se tome. De este modo, tomarse un té y tomarse un café no producen la misma sensación y esto es tanto por la concentración de cafeína como por su interacción con otros compuestos químicos vegetales.
Si eres sensible a la cafeína, muy probablemente habrás notado que una taza de té no te pone tan nerviosa como una de café. ¿Te has preguntado por qué?
El té tiene cafeína, pero también teanina, un aminoácido capaz de producir una sensación de relajación. La teanina es un estimulante psicoactivo reductor de la tensión física y mental. En combinación con la cafeína, mejora la capacidad de atención y concentración consiguiendo un estado de “alerta calmada”.
Se cree que la cafeína que tiene el té se absorbe de forma más lenta, esto hace que el periodo de efecto sea más largo y a la vez más suave que con el café.
También se han realizado estudios que sugieren que puede tener un papel importante en mejorar la respuesta inmunitaria de nuestro organismo. El estudio identificó niveles de inmunoglobulinas 5 veces mayores en los bebedores de té que en los de café.
La teanina es comercializada por varios fabricantes en forma de bebida, pero mejor tomamos la opción más natural y nos tomamos un té, ¿no te parece?
Hay que empezar diciendo que la única forma de identificar exactamente los niveles de cafeína de un café o té es a través de un análisis en un laboratorio.
Sin embargo, varias entidades relacionadas con el mundo de la salud y la nutrición, como el
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos o la European Food Safety Authority, se aventuran a dibujar unas líneas generales del contenido en cafeína para cada bebida.
Te damos ya un titular. Si eliges tu bebida tan solo por su potencial para quitarte el sueño, la elección es clara: toma café.
Generalizando, un café espresso contendría unos 80 miligramos de cafeína. Una taza de té negro, considerado uno de los tés con mayor concentración de cafeína, en cambio, estaría entorno a los 50 mg. Teniendo en cuenta, que una taza estándar de café espresso es de 60 ml y en una taza normal de té suelen caber unos 200 ml, la diferencia es evidente.
Aunque fuentes como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) o la famosa clínica Mayo ofrecen datos sobre el contenido en teína de cada té, te avisamos que estamos rozando el terreno de la especulación es este apartado. Como escribíamos en el principio del artículo, es difícil cuantificar la cafeína simplemente agrupando los tés por familias.
Contenido de teína del té negro
Podemos decir que el té negro es un té alto en teína. Según la Clínica Mayo, una taza de 237ml contendría entre 25 y 48 mg de teína. La USDA pone una cifra intermedia de 32 mg por una taza de 200 g.
Contenido de teína del té verde
Podemos decir que el té verde es un té bajo en teína. Según la Clínica Mayo, una taza de 237 ml contendría entre 25 y 29 mg de teína. La USDA, aporta cifras similares.
Contenido de teína del té oolong
La cantidad de teína del té oolong es muy variable. Hay que recordar que este tipo de té se diferencia mucho entre sí, habiendo oolongs poco oxidados, que recuerdan a los tés verdes y muy oxidados, que están cerca de los negros. Según el portal de noticias médicas Medical News Today, una taza 237 ml contendría entre 10 y 60 mg de teína. La USDA establece 47 mg por taza.
Contenido de teína del té chai
En este caso entran en juego factores como que el té chai se basa en una mezcla de té negro y especias que se infusiona en agua y leche. La USDA establece una cantidad de teína de 21.6 mg por cada taza de 240 g, una cantidad baja.
Contenido de teína del té rojo
El proceso de fermentación por el que pasa el té rojo no influiría en la cantidad de teína presente. Al menos, esto concluyo este estudio, que estableció la concentración de teína del té pu ehr cerca de los 22 mg de teína por taza de té. Podemos decir que el té rojo es un té bajo en teína.
Contenido de teína del té blanco
Existen algunas fuentes de información que han analizado las propiedades del té blanco y establecido su concentración de teína entorno a los 28 mg por taza de 237 ml, poniéndolo en los rangos de los tés bajos en teína.
Hasta el momento, los estudios científicos que se han llevado a cabo sobre grandes muestras de diferentes variedades de té no han podido establecer una relación entre la variedad del té y su contenido en cafeína. En un estudio publicado en 2005 en el Journal of Food Science, se encontraron grandes diferencias en las concentraciones de cafeína dentro de un mismo grupo de tés. Un nuevo estudio del 2008 que apareció en el Journal of Analytical Toxicology llegó a conclusiones similares. Si te interesan, te los dejamos abajo de todo, en la sección de fuentes.
La cafeína es tóxica únicamente en grandes dosis. Para que te hagas una idea, un adulto debería consumir más de 10 gramos en un día para alcanzar el nivel de toxicidad. Una taza de café contiene entre 80 y 175 miligramos de cafeína, por lo que sería necesario consumir entre 50 y 100 tazas de café.
También es interesante recordar que el consumo de cafeína está desaconsejado para mujeres embarazadas o lactantes. Cuanta menos, mejor, pero el límite de consumo se establece en los 200 mg por día.
Si buscas alternativas sin cafeína en el mundo de las infusiones, recuerda que el contenido de esta sustancia excitante en el rooibos y en la inmensa mayoría de lo que consideraríamos infusiones tradicionales es exactamente zero.
Hay infusiones, como la de romero, que resultan ideales para empezar el día por sus efectos energizantes. Algunos lo consideran el ginseng europeo. Si buscas activarte, el mundo de las infusiones puede proponerte alternativas a la cafeína.
Tanto dentro del té como del café, podemos encontrar variedades que responden a diferentes métodos de preparación, formas de tomar la bebida o a características de las hojas o las bayas que han sido el origen de la preparación.
Todos estos factores afectan a la cantidad de cafeína que tendrá el preparado resultante. Revisémoslos.
Para acabar, debes saber que la cafeína afecta de forma diferente a cada persona. El sexo, masa corporal, el metabolismo y algunos factores hereditarios hacen que, como con el alcohol, haya gente más y menos resistente a la cafeína.
La cafeína es el producto de millones de años de evolución en el mundo vegetal.
Las enzimas responsables de la creación de la cafeína se encuentran en todas las plantas, pertenecen a un grupo llamado N-metiltransferasas y se encargan de crear un gran número de compuestos diferentes. Algunos para defenderse, otros, como vemos, beneficiosos para los animales que las consumen.
Cuando las hojas de la planta del café caen al suelo, lo contaminan con su cafeína. Esto hace que otras plantas competidoras tengan dificultades germinando en él.
Las plantas de café usan la cafeína para deshacerse insectos depredadores. En concentraciones elevadas, la cafeína es tóxica para los insectos, que es precisamente por lo que estos han desarrollado formas de detectarla.
Las plantas producen néctar para atraer a animales para que esparzan su polen. Cuando los insectos se alimentan de néctar que contiene cafeína, esta los afecta de forma beneficiosa estimulándolos y dándoles energía. Esto hace que el insecto recuerde aquella planta de forma positiva, tienda a volver y, por lo tanto, contribuya en mayor medida a polinizar la planta.
De esta forma, las plantas usan la cafeína como arma para defenderse pero también como un mecanismo de seducción. Son las dos caras de un compuesto químico mágico.
Fuentes:
Apasionada por los temas relacionados con la gastronomía y la salud. Me encanta la montaña, correr, la vida activa y mis gatos.