Quizás te sorprenda saber que existe un rooibos verde y que es diferente del rooibos al que estás acostumbrado. Pues sí, esta tisana realizada a partir de las hojas de un arbusto sudafricano puede producirse de distintas manera y dar lugar a una variedad verde y a una roja, más conocida.
El rooibos, en general, se ha vuelto popular en los últimos tiempos entre quienes buscan una bebida sabrosa sin cafeína. De hecho, se lo suele conocer como el té sin teína, aunque en realidad no se trata realmente de un té sino de una infusión herbal.
En este artículo, te explicaremos exactamente qué es el rooibos verde y por qué merece la pena probarlo.
Autóctono de las montañas Cederberg y Sandveld de Sudáfrica, el rooibos en sus dos variedades proviene de un arbusto de hojas alargadas y con un gran poder de adaptación a las duras condiciones climáticas de la región. ¿Una curiosidad? Rooibos en afrikáans significa arbusto rojo, color que, justamente, adopta en taza esta tisana en su variedad más extendida.
La planta Aspalathus linearis crece de forma salvaje, pudiendo alcanzar incluso los dos metros de altura. Se la puede reconocer por sus hojas en forma de aguja y sus flores amarillas que aparecen a finales de la primavera o inicio del verano. De cada flor, nace una fruta leguminosa.
Para elaborar el rooibos, se recolectan sus hojas y, dependiendo de la variedad deseada, se las somete a uno u otro proceso. En el caso del rooibos verde, las hojas no se oxidan ni fermentan sino que se secan de manera controlada inmediatamente tras la cosecha; mientras que las hojas destinadas a rooibos rojo se oxidan hasta que obtienen su habitual tono rojizo para, posteriormente, secarse.
Es importante señalar que la elaboración del rooibos verde debe ser muy cuidadosa ya que las hojas no deben quedar aplastadas ni entrar en contacto con el agua, para obtener así una tisana de gran calidad. Las hojas deben girarse y removerse de manera permanente para evitar que se inicie la fermentación antes de que se complete el proceso de secado. Debido a su proceso de elaboración más complejo, el rooibos verde es más caro que el rojo.
Al tratarse de una tisana no oxidada, el rooibos verde tiene un sabor más vegetal que el rooibos rojo. Su poca oxidación se hace patente también en un cuerpo ligero y un sabor suave, dulce al paladar y sin nada de astringencia ni amargor por su falta de taninos.
La oxidación afecta al rooibos de forma semejante a como lo hace sobre los tés. Mientras que los tés verdes, que están menos oxidados, tienen sabores herbáceos y vegetales mientras que los tés negros ofrecen cuerpos más rotundos y con sabores más intensos.
De cualquier manera, el rooibos verde ofrece un sabor diferente y simplemente delicioso. ¿Lo mejor? Además de su refrescante sabor, aporta una interesante cantidad de antioxidantes y diferentes beneficios para la salud.
Al igual que sucede con el té verde, al evitarse la fermentación de las hojas, estas guardan la totalidad de su contenido de polifenoles y otros nutrientes valiosos para nuestra salud. De hecho, el rooibos verde cuenta con un mayor efecto antioxidante (3) que el rojo. Es decir que aporta una mayor cantidad de moléculas capaces de luchar contra los radicales libres para proteger el organismo del daño celular y el envejecimiento prematuro.
Por otra parte, diversos estudios (4) han señalado que consumir rooibos (cualquiera de sus variedades) reduciría el insomnio, los dolores de cabeza tensionales y la irritabilidad. Al no contener cafeína, es una buena opción para ayudar a relajar el cuerpo por la noche para conciliar el sueño rápidamente.
Entre sus beneficios se suelen mencionar el alivio de los cólicos del lactante, una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares (5), el control de la tensión sanguínea y el azúcar en sangre (6), el alivio de la diarrea y los espasmos estomacales, y una mejora del sistema inmunológico. Algunos de las publicaciones que soportan estas afirmaciones están todavía en la fase de estudio con animales. Aquí tienes un artículo más pormenorizado sobre los efectos sobre la salud del rooibos.
Además, determinadas investigaciones encontraron una relación entre el consumo habitual de rooibos y la disminución del riesgo de padecer cáncer. Por supuesto, más investigaciones al respecto serían necesarias para obtener datos concluyentes al respecto.
Puedes comprar tu rooibos verde en tu herboristería de confianza a granel. Conseguir esta variedad en bolsita no es tan sencillo y, particularmente, te recomendamos la primera opción.
Para preparar una rica taza de rooibos verde, calienta el agua a 85°C. Presta especial atención a la temperatura ya que, al tratarse de un tisana no fermentada, es muy delicada al calor y, al igual que sucede con el té verde, puede estropearse.
Infusiona una cucharadita de postre colmada durante 7 minutos. Cuela y bebe. ¡Verás cómo el delicado sabor del rooibos verde conquista a tu paladar! Anímate a probar el rooibos verde. ¡No te vas a arrepentir!
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.
