Es probable que no sepas todavía qué es la moringa. No te preocupes, hoy te vamos a hablar de una planta poco conocida en esta parte del mundo pero a la que se da multitud de usos relacionados con la salud, la gastronomía e incluso la ganadería y la purificación de agua en los lugares donde se cultiva.
En este artículo, vamos a analizar las propiedades que puede ofrecerte la infusión de moringa para tratar diferentes problemas y, por supuesto, te vamos a dar la receta para preparar esta bebida.
El árbol moringa, cuyo nombre completo es Moringa oleifera, es originario del norte de la India. Famoso por sus propiedades para la salud, crece en condiciones de extrema aridez y casi en cualquier tipo de suelo.
Sus hojas se utilizan tanto en la gastronomía, donde se incorporan a batidos o sirven de acompañamiento de carnes, como para realizar aceites de alta calidad (debido a su riqueza en ácidos grasos insaturados) e infusiones que evidencian una gran variedad de beneficios para la salud.
Cada año el número de personas que consume infusiones aumenta. Mucho tiene que ver el renovado interés por la vida saludable y la medicina alternativa que recomienda opciones naturales para tratar diferentes problemáticas. Descubramos juntos las propiedades de la moringa.
La moringa tiene un particular efecto vasodilatador que ayuda a que la sangre circule correctamente a lo largo y ancho del cuerpo. De este modo, su consumo contribuye a la regulación de la presión arterial (2).
Ligado a lo anterior, debemos mencionar que consumir infusión de moringa disminuye el riesgo de padecer enfermedades coronarias. Esto se debe a que evitaría la formación de cúmulos de grasa en las arterias, disminuiría el colesterol (3) y favorecería la circulación, minimizando el riesgo de infarto.
Una investigación publicada en The Journal of Animal & Plant Sciences en 2015 (4) señaló que la moringa tiene un potente efecto antioxidante; es decir que posee sustancias (quercetina y ácido clorogénico) que luchan contra los radicales libres, unas moléculas que pueden dañar el organismo y generar enfermedades cardiovasculares, degenerativas e incluso, cáncer.
Beber infusión de moringa de manera regular nos ayudaría a combatir el estrés oxidativo que provocan los radicales libres y a disminuir el riesgo de padecer diferentes enfermedades (5).
Los especialistas en medicina natural recomiendan su inclusión en las dietas para perder peso ya que la moringa contiene fibras. Datos de la Universidad de Harvard (6) señalan que las fibras se hinchan al entrar en contacto con los jugos gástricos, generando mayor sensación de saciedad y, por ende, reduciendo el deseo de comer.
Diferentes estudios en animales han sugerido que la moringa permite regular los niveles de azúcar en sangre, previniendo y/o controlando la diabetes (7). De hecho, una investigación encontró que aquellas personas que consumieron 7g de polvo de moringa al día durante 3 meses lograron reducir el nivel de azúcar en promedio un 13,5% (8).
Las hojas de moringa son ricas en calcio (aproximadamente unos 2667 mg / 100 g), según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (9). Este mineral es fundamental para formar y proteger dientes y huesos e incluso, prevenir enfermedades como la osteoporosis (10). Recuerda que para mejorar la absorción de calcio debes consumir también vitamina D o exponerte regularmente al sol.
Los isotiocianatos presentes en las hojas, semillas y vainas de moringa con reconocidos compuestos antiinflamatorios (11, 12). Por este motivo, la ingesta de té de moringa se suele recomendar a personas que padecen artrosis, artritis, agujetas y cualquier proceso inflamatorio.
¿Te han recomendado alguna vez beber infusión de moringa para evitar indigestiones y otros problemas del sistema digestivo? Esto se debe a que aumenta la cantidad de jugos gástricos permitiendo una digestión más rápida y, como resultado, menores molestias.
Si padeces de hemorroides, quizá te interese comenzar a consumir infusión de moringa regularmente. Su efecto vasodilatador mejora la circulación sanguínea, mientras que su propiedad antiinflamatoria disminuye las molestias provocadas por las hemorroides.
Lo primero que debemos aclarar es que el llamado té de moringa no es un té sino una infusión. Tiempo atrás te explicamos la diferencia entre té e infusión (sigue el enlace si deseas descubrir toda la información al respecto), que básicamente se refiere a la planta de la que se extraen las hojas para infusionar.
Los tés provienen siempre de la planta Camellia sinensis, mientras que las infusiones pueden realizarse con hojas de otras plantas, raíces, flores e incluso, frutos. Por ende, en este caso, hablamos de una infusión, no de un té.Veamos ahora cómo preparar té de moringa.
Anímate a disfrutar del sabor suave y agradable de la moringa y benefíciate de sus amplias propiedades para la salud. ¡No te arrepentirás!
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.