Mucho se habla en la actualidad de las bondades de las infusiones para tratar toda clase de malestares; entre ellos, destaca su potencial depurativo. No obstante, más allá de que algunas infusiones pueden ayudar al hígado a trabajar mejor, existen otras que actúan sobre el mismo aliviando problemáticas comunes como la inflamación.
Si tienes de manera habitual problemas del hígado, no puedes dejar de leer todo lo que te explicaremos a continuación. ¡Toma nota de las mejores infusiones para el hígado!
El hígado es un órgano de gran envergadura; de hecho, ¿sabías que es el de mayor tamaño dentro del cuerpo humano? Su función es de una importancia vital para el organismo, ya que es el encargado de digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas.
¿Cómo? ¿No era el estómago el encargado de digerir la comida? Sí, claro, pero a medias. Permítenos refrescarte la memoria. Los alimentos ingresan por la boca, pasan por el esófago y llegan, finalmente, al estómago donde se mezclan con los juegos digestivos y se degradan las proteínas (1).
Luego, las sustancias no digeridas llegan al páncreas, el encargado de ocuparse de los hidratos de carbono y las proteínas (aquellas no digeridas por el estómago). El siguiente órgano en trabajar es el hígado que segrega bilis para desintegrar las grasas.
Por último, los alimentos llegan al intestino grueso donde las bacterias descomponen lo que queda de los alimentos. Así, se absorben todos los nutrientes y los deshechos continúan su camino por el intestino delgado hasta el ano, donde son expulsados.
Cuando el hígado no funciona correctamente, las grasas no llegan a desintegrarse de manera adecuada y, por ende, puede faltarnos la energía y producirse toda clase de enfermedades. Por suerte, algunas infusiones naturales pueden ayudar al hígado a trabajar correctamente al depurarlo o al atacar las causas que generan inflamación.
Con anterioridad, hemos hablado sobre las infusiones para depurar el organismo más recomendadas. Por este motivo, en este artículo queremos hacer hincapié en aquellas infusiones que se utilizan para aliviar una condición bastante habitual: el hígado inflamado.
Médicamente conocida como hepatomegalia (2) y, de manera cotidiana, como «hígado agrandado», esta condición exhibe alteraciones en los tejidos del órgano que requieren una actuación inmediata para evitar complicaciones.
Por lo general, el diagnóstico se realiza de manera casual ya que suele cursar sin síntomas. No obstante, en algunos casos, se puede presentar fiebre, ictericia, dolor abdominal y edemas.
Frente a esta situación, aparte del tratamiento médico pertinente, las infusiones para el hígado pueden ser una buena ayuda para controlar la enfermedad y devolverle al órgano la salud.
La ortiga se utiliza desde la antigüedad para depurar el organismo debido a su acción diurética. Sin embargo, ¿sabías que tiene, también, propiedades antioxidantes (3)? Merece la pena recordar que los antioxidantes son sustancias que evitan el daño oxidativo al luchar contra los radicales libres.
El daño o estrés oxidativo genera inflamación. Sin embargo, diferentes estudios han encontrado que beber infusión de ortiga contribuye a evitar la inflamación (4).
Utiliza, de preferencia, hojas secas, alrededor de una cucharada por taza de agua.
Introdúcelas en el agua hirviendo y deja decoccionar durante 7 minutos. Te aconsejamos incorporar miel, ya que su sabor es amargo.
Las alcachofas tienen un enorme potencial antioxidante que, según datos de Plant Foods for Human Nutrition (5), protegería el hígado de la inflamación que genera malestar y una deficiente digestión de las grasas.
Con dos alcachofas, puedes preparar un litro de infusión para tener lista y beber a lo largo del día. Trocéalas y sumérgelas en agua hirviendo hasta que estén blandas. Apaga el fuego y deja que reposen durante 5 minutos antes de beber.
Los investigadores han comprobado que las manzanas son ricas en fitoquímicos como al catequina, la quercetina y el ácido clorogénico (6). Todos estos tienen fuertes propiedades antioxidantes y, por ende, ayudan a prevenir la inflamación.
Utiliza una manzana por litro de agua. Déjala hervir hasta que se cocine y, luego, cuela y bebe. No será necesario endulzar y verás que tiene un sabor muy agradable.
En este caso, la acción antiinflamatoria se debe a la presencia de naringenina y naringina, dos compuestos que protegen al hígado de lesiones y, por supuesto, de la inflamación debido a su acción antioxidante (7).
Para elaborar esta infusión, trocea un pomelo con o sin cáscara (esto es como a ti más te guste. Si lo usas con cáscara, recuerda lavarla bien). Lleva el agua a ebullición e incorpora el pomelo. Utiliza la cuchara de madera para ayudar a extraer todos los jugos. Déjalo reposar 5 minutos y sirve.
Frente a la inflamación del hígado, no lo dudes y acude a tu médico para obtener un diagnóstico y tratamiento oportunos. Por supuesto, puedes beber estas ricas infusiones como coadyuvantes. Pregúntale al especialista al respecto.
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.