Se cree que ya los griegos y los romanos utilizaban las propiedades de la infusión de alcachofa para aliviar cálculos en la vesícula, reuma, estreñimiento y, también, diarreas.
En esta ocasión, te vamos a explicar cómo preparar una infusión de alcachofa para obtener todas sus propiedades y aprovecharlas, simplemente, bebiendo una sabrosa taza caliente.
La planta de alcachofa es originaria del Mediterráneo y puede llegar a alcanzar los 2 metros de alto. Destaca por su reconocible rosetón de hojas verdes claras de donde nace después la hortaliza que conocemos (1).
Por lo general, su cultivo se realiza en grandes espacios, ya sea en terrazas, jardines o campos. Esto se debe a que la planta requiere de bastante espacio para ser fructífera, alrededor de 1 metro cuadrado. Sin embargo, también es posible cultivarla en el balcón, en una maceta amplia y profunda. En este caso, debes tener en cuenta que no rendirá tanto (2).
La medicina Ayurveda utiliza la infusión de alcachofa desde tiempos inmemoriales. Descubramos juntos cuáles son todos los beneficios de ingerir de manera habitual una infusión de alcachofa.
Diferentes investigaciones han comprobado que la alcachofa tiene propiedades digestivas que ayudan a aumentar la cantidad de jugos gástricos, permitiendo así mejorar la digestión (3). Por otra parte, actúa también contra el reflujo y la acidez estomacal, así como contra los dolores y distensiones abdominales.
Si has tenido una comilona en casa o, simplemente, algo te ha sentado mal, no lo dudes y prepara esta infusión. Te sentirás mejor.
Si bien no se ha determinado cuál es su mecanismo de acción en estudios científicos, muchas personas sostienen que la infusión de alcachofa permite cortar diarreas y, por otra parte, aligerar la acumulación de heces mejorando condiciones tan molestas como el estreñimiento.
Se cree que esto podría deberse a su contenido en fibra saludable, así como también a su contenido probiótico. Esta combinación actuaría sobre la flora intestinal, mejorando la presencia de bacterias beneficiosas y combatiendo, así, los desajustes (4, 5).
De hecho, una investigación publicada en la Revista Phytotherapy Research (6) ha señalado que consumir alcachofa mejora los síntomas del síndrome del intestino irritable.
¿Tu médico te ha advertido que tienes el colesterol muy alto? Entonces, presta atención: los investigadores han concluido que el extracto de alcachofa actúa sobre el colesterol, reduciendo sus niveles. Es decir que beber esta infusión permitiría controlar los niveles de colesterol (7). Recordemos, además, que el colesterol alto aumenta el riesgo de otras enfermedades como el infarto.
De hecho, uno de los estudios ha demostrado que las personas que tomaron regularmente el extracto de alcachofa durante seis semanas lograron disminuir sus niveles de colesterol malo en sangre en promedio en un 20% (8). Consulta con tus médicos al respecto.
La alcachofa es famosa por su efecto diurético (9). No en vano se ha utilizado durante años para luchar contra la retención de líquidos y para promover, también, la reducción de la inflamación abdominal.
Además beneficiarte de sus propiedades, prepararla te dará la oportunidad de aprovechar toda la planta porque la infusión se prepara con las hojas de la planta.
Por este motivo, cuando compres alcachofa, busca aquellos paquetes que incluyan la hortaliza y sus hojas. De esta manera, podrás preparar un buen plato de alcachofas para cenar y una infusión saludable para tu día a día. Recuerda que tras la preparación, es recomendable mantener la infusión en la nevera.
Ingredientes
Elaboración
¿Te hemos sorprendido con las propiedades para la salud de la alcachofa? Prepara la infusión y, de paso, degusta alguna nueva receta con esta hortaliza. En internet, encontrarás una gran cantidad de opciones.
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.