El orégano es una de las especias más utilizadas en la gastronomía a lo largo y ancho del planeta. Ahora bien, ¿sabías que también es posible consumirla en infusión y beneficiarse así de sus propiedades para la salud?
Según datos de la Fundación Española de la Nutrición, el orégano contiene vitaminas y minerales aunque, debido a su ingesta habitual como condimento, su aporte a la dieta sería mínimo. Sin embargo, sí merece una mención especial la presencia de timol y carvacrol debido a su famoso efecto antimicrobiano (1).
La infusión de orégano puede ser una excelente forma de maximizar los aportes de la planta y aprovechar sus propiedades. Veámoslas.
Esta especia se utiliza hace muchísimos años para tratar toda clase de afecciones respiratorias por sus efectos antiinflamatorios y antisépticos (2). Si bien no hay estudios específicos sobre la ingesta de orégano, la aplicación de su aceite esencial ayuda a mejorar las congestiones, la tos y el asma.
De hecho, debido a sus propiedades antimicrobianas, beber una infusión de orégano puede ayudarte a combatir dolores de garganta y catarros. Así que ya sabes, ¡siempre ten orégano a mano en tu alacena!
El orégano cuenta entre sus compuestos con flavonoides y ácidos fenólicos, dos sustancias que han exhibido en diferentes investigaciones (3) una acción antioxidante. Recordemos que los antioxidantes son moléculas que luchan contra los radicales libres, protegiendo el organismo de diferentes enfermedades degenerativas, como el Alzhéimer, los trastornos cardiovasculares e incluso, el cáncer.
Otro de sus usos históricos es como tónico para mejorar la digestión, sobre todo en caso de comilonas. Además, la infusión de orégano combatiría diversos trastornos gastrointestinales, como dolores y espasmos estomacales, o diarrea gracias a su contenido de timol (4).
Diversos estudios han señalado que el compuesto betacariofilina del orégano tiene un efecto antiinflamatorio (5) que permitiría aliviar los molestos síntomas de la osteoporosis y la arteriosclerosis.
Por otra parte, la acción antiinflamatoria del carvacrol (6) convertiría a la infusión de orégano en una excelente idea para aliviar los síntomas de los dolores menstruales y musculares, dolor de oídos o muelas y dolor de cabeza.
Ya lo hemos mencionado en un punto anterior: el orégano tiene actividad antrimicrobiana gracias a su contenido de carvacrol, siendo así un buen aliado para tratar diferentes infecciones causadas por microbios, como por ejemplo aquellas generadas por Staphylococcus aureus. Una investigación de 2009 señaló que la infusión de orégano podría combatir hasta 23 clases diferentes de bacterias (7).
Algunos expertos han sugerido que podría ser interesante la ingesta de infusión de orégano para aliviar diversos trastornos de las vías urinarias, como las infecciones ya que ayudaría a eliminar a los causantes de las mismas.
Si bien los datos no son concluyentes, algunos estudios han sugerido que el extracto de orégano podría ayudar a evitar el crecimiento y reproducción de las células cancerígenas, por ejemplo de cáncer de colon (8). Más investigaciones al respecto serían necesarias.
Un artículo de Planta Médica concluyó que tanto el timol como el carvacrol presentes en la infusión de orégano actúan contra el virus del herpes (9).
El Origanum vulgare, más conocido popularmente como orégano, pertenece a la familia de las lamiáceas y es una planta proveniente de la región mediterránea, aunque puede hallarse a lo largo de todo el territorio europeo y asiático.
Esta planta herbácea perenne tiene forma de arbusto y requiere de abundante sol para crecer. Habitualmente su tamaño ronda los 40-45 cm de altura, aunque puede llegar a alcanzar los 80cm.
¿Una curiosidad? A diferencia de la mayoría de las plantas, su tallo es cuadrado en lugar de redondo y se presenta recubierto de pelusilla blanca. De cada nudo nacen hojas de forma ovalada que terminan en punta y se agrupan de dos en dos. Serán estas hojas tanto frescas como secas las que se utilicen en pizzas, salsas, ensaladas y toda clase de platos. Por otra parte, las flores aparecen en verano. Son muy pequeñas y de color violeta rosáceo y dan origen a un fruto tetraquenio.
Es interesante señalar que, al igual que sucede con la planta de té, la Camellia sinensis, el suelo y las condiciones climáticas varían la composición y sabor del orégano.
Si deseas preparar infusión de orégano, te recomendamos acudir a tu herboristería de confianza para comprar a granel orégano de la mejor calidad posible. Por supuesto, también puedes encontrar esta especia en cualquier supermercado.
Preparar esta infusión no tiene mayores secretos. Tan sólo debes hervir agua e infusionar 1 cucharada sopera de orégano fresco o seco por cada medio litro. Apaga el fuego y deja reposar 15 minutos antes de colar y servir.
Aprovecha esta clásica especia para mucho más que darle sabor a tus comidas. Benefíciate de sus propiedades para la salud con una infusión de sabor herbal que puedes combinar con miel, limón o flores.
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.