La caléndula se utiliza de manera habitual para tratar toda clase de enfermedades, especialmente irritaciones en la piel. Su uso tópico está muy extendido; sin embargo ¿sabes para qué sirve consumir infusión de caléndula?
Se dice que esta planta tiene propiedades curativas, reparadoras, hidratantes y, como bien es sabido, cicatrizantes. En este artículo, analizamos todos sus beneficios para la salud y te contamos cuáles tienen aval científico.
La caléndula es una planta anual con unas simpáticas y llamativas flores de color naranja o amarillo. De manera coloquial, se la conoce como planta Maravilla debido a sus alegres flores con delicioso aroma.
Si bien existen diferentes variedades de caléndulas, la más conocida es la Caléndula officinalis. Todas ellas son perennes y pertenecen a la familia de las Asteraceae.
La caléndula, llamada también mercadela o botón de oro, puede alcanzar los 55 centímetros de altura. Puedes reconocerla por sus hojas ovaladas y lanceoladas de entre 7 y 14 centímetros de largo.
Sus flores suelen brotar en primavera-verano, aunque es posible que la planta florezca durante todo el año si las condiciones climáticas son favorables.
Al ser una planta pequeña y resistente, puede ser fácilmente cultivada en el balcón o el jardín. Para crecer fuerte y saludable, requiere de sol directo y un riego frecuente (3 a 4 veces por semana) durante los meses de mayor calor. Cuando las temperaturas bajan, dos riegos semanales son suficientes.
Tradicionalmente, la caléndula ha sido utilizada por la industria farmacéutica para elaborar cremas para el cuidado de la piel. De hecho, una de las más populares es la crema de caléndula para las rozaduras del pañal.
No obstante, esta planta presenta numerosas propiedades que hacen aconsejable el consumo de la infusión de caléndula.
La caléndula tiene una probada acción antimicrobios que ayudaría a mantener la cavidad bucal libre de gérmenes que pueden ocasionar enfermedades.
Un caso clínico detallado en la Revista Cubana de Estomatología corroboró dicha información cuando a un paciente tras una enfermedad periodontal se le recomendó el uso de enjuagues bucales de caléndula para eliminar los posibles patógenos y acelerar la curación de los tejidos (1).
Este efecto puede ayudar a eliminar la presencia de los gérmenes que generan otros malestares, como el resfriado, el dolor de garganta o la gripe (2).
El extracto de las flores de caléndula tiene comprobado efecto antiinflamatorio. Por eso, se considera que beber su infusión permitiría aliviar toda clase de molestias relacionadas con la inflamación, como aquellas provocadas por la artritis, la artrosis, además de las agujetas relacionadas con el deporte, entre otras (3).
Esta es una de las propiedades más interesantes para las mujeres que tienen un ciclo menstrual irregular. Beber infusión de caléndula ayuda a regularizar el ciclo y normalizar la cantidad de la menstruación (4).
Además de regularizar la regla, la caléndula tiene un efecto antiespamódico que permite aliviar los cólicos menstruales y, también, los dolores uterinos llamados dismenorrea (5).
Y no nos referimos solamente a la cicatrización de la piel a causa de heridas, sino también la cicatrización de heridas internas como las provocadas por la gastritis o las úlceras. Su función antiinflamatoria, además, ayudaría a aliviar los síntomas en el largo plazo (6).
A esta planta se le atribuyen efectos coleréticos, es decir que aumentaría la producción de bilis, colaborando así con la descongestión hepática. No hemos hallado información científica al respecto.
Más allá de sus propiedades para la salud, la infusión de caléndula es sabrosa, con un deje amargo, y reconfortante.
Si no te gustan demasiado las bebidas amargas, puedes optar por incorporarle una cucharadita de miel o miel de ágave. De esta manera, la endulzarás y le sumarás, además, las propiedades para la salud de la miel.
Su preparación, al igual que otras infusiones que ya hemos analizado en Infusionismo, es sumamente fácil.
Primero, debes comprar caléndula en tu herboristería de confianza. Recuerda que si es posible, es mejor optar por los productos a granel ya que las bolsas suelen incluir más polvillo y, por ende, el sabor puede ser un poco diferente. La compra a granel garantiza, al fin y al cabo, una mayor calidad.
Otra opción, si cuentas con una planta de caléndula en casa, es utilizar las flores frescas. Para ello, corta las flores y déjalas secar boca abajo en un lugar sin demasiada humedad. Una vez las flores estén secas, separa los pétalos y ¡ya tienes tu caléndula para infusionar!
Ingredientes
Elaboración
Nota: recuerda utilizar una olla amplia para permitir que los pétalos se muevan dentro del agua y se extraigan, así, sus aceites esenciales.
¿Otra idea? Bébela fría en el verano, con unos cubitos de hielo o, mejor aún, prepara un mojito de té. Para ello, combina una taza de infusión de caléndula con una taza de té verde; deja que repose la mezcla, y agrega para completar unas hojas de menta, dos cucharadas de miel y abundante hielo. Si deseas que el vaso quede aún más vistoso, incorpora unos pétalos de caléndula para decorar.
¿Te animas a probar la infusión de caléndula y a beneficiarte de sus amplias propiedades para la salud?
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.
