¿Sabías que Turquía es uno de los principales consumidores de té del mundo? Datos de la FAO sitúan el consumo en 2013 en alrededor de 228.000 toneladas anuales. Impresionante, ¿no?
Más allá de este llamativo dato, Turquía es también un país productor de té; de hecho, es el mayor de Oriente Medio, aunque en menor medida que los grandes productores como China, India, Kenia, Japón o Sri Lanka. De esta información es fácil deducir que este país tiene tradición tetera. Ahora bien, ¿has probado alguna vez el té negro turco? ¿Conoces sus diferencias con el té que bebemos habitualmente en Occidente? Continúa leyendo y descubre todo al respecto.
El té turco, o çay, es un ritual y una manera de demostrar hospitalidad y amistad. Si viajas alguna vez a Estambul o cualquier otra ciudad turca, descubrirás que es muy habitual que te ofrezcan té tras las comidas.
A simple vista, el té turco se parece a los que bebemos en el día a día en casa, sin embargo, es diferente en cuanto a su preparación y manera de servirlo. De hecho, no lo conseguirás en bolsas.
En cuanto al sabor y aroma de esta variedad concreta de té, lo notarás más intenso y fuerte e incluso, en algunos casos, más dulce ya que se le suele añadir bastante azúcar.
Por supuesto, el té negro no es la única infusión que se bebe en el país. Son también muy famosas las infusiones frutales cuyos polvos de llamativos colores pueden comprarse en los grandes bazares. Merece la pena señalar aquí que estas infusiones son más populares entre los turistas que entre los locales, quienes prefieren el sabor del çay.
Lo más curioso del té turco radica en su preparación, que usa una característica de dos pisos llamada çaydanlık.Te explicamos primero el método original y un método alternativo por si no dispones de ella.
La idea general es que se usan dos teteras: una para preparar una infusión fuerte y la otra para diluirla al gusto al servirlo.
1. Carga las teteras
Llena la tetera inferior de agua. En la superior, pon el té. En general el té turco se prepara fuerte, así que puedes poner al menos un par de cucharadas de té por taza de agua. No temas, el té de la tetera superior no se quemará, ya que la inferior hace de aislante.
2 . Cuando el agua hierva
Cuando la tetera inferior esté hirviendo, aparta el çaydanlık del fuego. Vierte el agua de la tetera inferior hacia la superior.
3. Recarga el agua
A continuación, vuelve a llenar la tetera inferior con agua. Monta de nuevo el çaydanlık y ponlo de nuevo al fuego.
4. Segundo hervor y reposo
El té de la tetera superior debe infusionarse durante un periodo más o menos largo de tiempo, entre 10 y 15 minutos. Mientras tanto, el agua de la tetera inferior volverá a hervir. Una vez sucede esto, el té está listo para beberse.
5. Servir y beber
Habitualmente, el té turco se toma en pequeños vasos de cristal. Cada persona combina el té de la tetera superior y el agua caliente de la inferior a su gusto. Al té fuerte y poco diluido en turco lo llaman koyu, mientras que al ligero, açik. En ambos casos, el toque final se da con abundante azúcar.
Si no tienes la típica tetera turca de dos pisos, puedes emular su funcionamiento usando dos teteras normales o incluso una tetera y un cazo de agua. También te irá bien un colador.
Una tetera sin filtro
Quita el filtro de la tetera y pon directamente en ella el té suficiente para preparar un té fuerte. Vierte en ella agua hirviendo y deja reposar al menos 10 minutos.
Otro recipiente para calentar más agua
Mientras el té reposa, pon agua a hervir. Cuando lo haga, será buena idea que la pongas en una tetera vacía o en algún recipiente que conserve el calor.
Servir y beber
Usa de nuevo los vasos de cristal típicos para tomar el té en Turquía. Sirve té de la primera tetera. Las çaydanlık llevan el filtro incorporado pero tu puedes filtrar el té con la sencilla maniobra de poner un colador entre el vasito y la tetera. A continuación, rebaja el té con el agua caliente para dejarlo a tu gusto. Endulza y bebe.
Varias curiosidades las hemos ido mencionando a lo largo del artículo, sin embargo, no está de más agregar alguna y hacer un repaso de las que ya te contamos:
Nunca debes rechazar un té en Turquía ya que se considera una rudeza. Es, sencillamente, como rechazar la hospitalidad recibida.
El cultivo del té en Turquía se lleva a cabo sobre la costa del Mar Negro, desde la frontera con Georgia hasta la ciudad turca de Rize. ¿Una curiosidad? Mucha gente cultiva té en los jardines de su casa para su consumo personal.
Esta región tiene un clima húmedo durante todo el año, además de caracterizarse por altas temperaturas durante la primavera-verano, variables asociadas al clima subtropical que son ideales para el cultivo del té. No obstante, durante el invierno, las temperaturas son bajas, provocándose heladas que pueden dañar a la planta de té. Por este motivo, la cosecha se lleva a cabo durante 6 meses, generalmente en tres tandas.
Ahora bien, a diferencia del cultivo de té en otros países, aquí la cosecha se lleva a cabo con tijeras manuales en lugar de a mano. Los trabajadores llegan a los campos de té muy temprano por la madrugada y continúan su trabajo hasta las primeras horas de la tarde. Cada uno de ellos recorta hojas de Camellia sinensis utilizando sus tijeras y las guarda en una bolsa de tela especial a tal fin.
Luego, se extienden las hojas en lugares especiales a tal efecto, donde se inicia el proceso de secado. Una vez se ha producido el secado al aire, es decir que el contenido de agua de las hojas se ha reducido en un 70 a 80%, las mismas se cortan y enrollan.
Tras este proceso, las hojas de té enrolladas inician un proceso de fermentación que les otorgará el aroma, color y sabor típico del té negro. Posteriormente, se secan en hornos especiales para detener la oxidación y permitir que el té conserve su sabor y aroma por más tiempo.
Ahora que conoces el té turco, no dejes de probarlo en tu futuro viaje a Turquía o preparándolo en tu casa según su costumbre. Déjate embargar por su intenso sabor y aroma, y recuerda que puedes adaptar su intensidad a tus gustos rebajándolo con agua e incorporando azúcar. Eso sí, ¡no le agregues leche!
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.