Hasta no hace mucho tiempo, beber té era algo bastante raro en España. Asociado históricamente a la salud, pedir un té en lugar de un café era claro indicativo de que no nos sentíamos del todo bien.
Nuestro país es, como bien sabemos, cafetero por antonomasia. De hecho, los datos señalan que el té se introdujo aquí en el siglo XVIII pero no despertó la atención general del público hasta después de la Guerra Civil.
Hoy en día, podemos encontrar toda clase de tiendas especializadas que venden variedades de tés de alrededor del mundo, tazas de diseño, teteras chic y multitud de utensilios relacionados con el mundo del té..
Seguramente alguna vez has escuchado la leyenda sobre el descubrimiento del té. Se dice que el emperador Shen Nung, allá por el 2700 a.C., estaba bebiendo una taza de agua caliente bajo un árbol cuando unas hojas cayeron dentro. Al probar la bebida, quedó enamorado de su sabor y así nació el té.
Si bien esta historia es incomprobable, sí sabemos que durante muchísimo tiempo el té era consumido únicamente por la realeza debido a su alto costo. El cultivo de la Camellia sinensis, la planta del té, fue extendiéndose y refinándose, llegando de este modo a capas más humildes de la sociedad y dando lugar a un sinfín de formas de producción y variedades de té.
Con el tiempo, el té llegó a otros países del mundo. A Japón, por ejemplo, de la mano de un sacerdote budista. Sin embargo, ¿cómo llegó a España?
En la época de apogeo del Imperio Chino, el comercio de seda y porcelana se extendía hasta Europa. Esas rutas de comercio permitieron que esta bebida llegase a Inglaterra en el siglo XVII, donde se popularizó rápidamente.
Más o menos por la misma época, portugueses, franceses y holandeses descubrían también las bondades del té. Así, se cree que a través de la frontera con Francia, ingresó el té a España donde no generó el mismo impacto que en esos países, ya que la sociedad tenía muy arraigado el consumo de café y chocolate traídos de América.
La situación comenzó a cambiar durante el siglo XIX, cuando el té de la tarde tan habitual para la aristocracia francesa e inglesa comenzó a verse como un signo de distinción. De esta manera, los españoles de las clases acomodadas se sumaron a la tradición.
Poco a poco, el hábito de beber té fue creciendo. En la actualidad, el consumo de té ha aumentado considerablemente de la mano de las nuevas generaciones. Parece que los jóvenes dan una mayor importancia a los hábitos de vida que consideran saludables y perciben el té como una bebida beneficiosa en este aspecto.
Sus probados beneficios convierten al té verde, principalmente, pero también a otras variedades, en bebidas sabrosas que permiten cuidar el organismo. Así, dos de los principales deseos de los jóvenes de hoy en día (comer saludable y rico) se hacen realidad en una única bebida.
¿Sabías que España produce té? Si bien la producción se realiza a pequeña escala, es posible encontrar té de origen español. La principal región productiva es Galicia, de hecho allí se encuentra la mayor plantación de té de Europa (Quinteiro Pazo Da Cruz en Pontevedra, famoso productor de vinos de la región). Debido a su clima, las plantas de Camellia sinensis crecen bien en esta zona.
Dicha plantación no es la única en la región. Orballo son unos productores de plantas medicinales que, desde hace unos años, iniciaron el cultivo de té en el pueblo de Paderne, cerca de La Coruña.
Si bien la cantidad de té producida en España es aún a día de hoy bastante pequeña y poco representativa a nivel mundial, quizá con el tiempo crezca este sector productivo y podamos hablar de exportaciones.
No hemos dado con ninguna fuente fiable de datos de consumo de té por tipos en España, pero sí en Europa.
Históricamente, la variedad más consumida de té en Europa ha sido, y todavía es, el té negro. Sin embargo, parece que las preferencias de los europeos están cambiando.
Estudios de mercado actuales reflejan una mayor tendencia al consumo de tés verdes e infusiones de hierbas medicinales. En este fenómeno juega un papel fundamental la percepción de los efectos saludables de estas bebidas. Las generaciones de consumidores más jóvenes están adaptando esta prioridad a sus tendencias de consumo.
Consideraciones relacionadas con el consumo sostenible también están afectando el mercado del té en España, promoviendo la aparición de marcas de producción ecológica y consumo responsable.
Si bien el consumo de té ha experimentado un aumento en los últimos años, los españoles no nos encontramos entre los mayores consumidores de esta bebida.
El principal consumidor de té a nivel mundial es China, que casualmente es también el mayor productor, con aproximadamente 1.614.000 toneladas anuales. Sin embargo, si prestamos atención al consumo per cápita, el panorama cambia. En ese caso, serían Turquía (3.16 kg persona/año), Irlanda (2.19 kg persona/año) y Reino Unido (1.94 kg persona/año) los que encabezarían la lista.
Ahora bien, ¿y España? Según datos publicados en Quartz en 2014, España se encontraría en el puesto 41 de los países más consumidores de té del mundo con 0,147kg por persona/año, por detrás de Francia, Vietnam y Corea del Sur, pero delante de Dinamarca, Italia y Bélgica.
Lo más interesante es observar cómo ha crecido el consumo de té en los últimos años. Datos del portal de análisis y estadísticas Statista señalan que la mayor parte de la población española consumidora de té se decanta por las bolsitas en vez de por el té a granel, seguramente por su practicidad. Se estima que alrededor de 12,1 millones de personas en 2018 han bebido té en bolsitas, esto es un millón más que cuatro años antes.
En segundo lugar, aunque con valores muy inferiores, se señala el consumo de hojas a granel, con 4,5 millones de personas y, finalmente, el uso de cápsulas de té que ascendería a alrededor de 700.000 personas en 2018.
Para terminar, queremos señalar que las ganancias generadas por el mercado del té en España ascienden a aproximadamente 160 millones de euros en 2019. El mercado relacionado con el consumo del té parece ser un mercado al alza, se pronostica un crecimiento del 3,8% anual durante el periodo de 2019 a 2023.
En resumen, aunque a día de hoy España no es un país muy aficionado al té, su consumo está experimentando un crecimiento sostenido desde hace bastantes años. Beber infusiones es una tendencia en alza, principalmente impulsada por los beneficios del té para la salud y la mundialmente famosa moda de vida saludable.
Fuentes:
Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.