Cómo hacer tu propia kombucha paso a paso

Antonella Grandinetti
Antonella Grandinetti
Cómo hacer tu propia kombucha paso a paso

La kombucha es una bebida fermentada muy particular. Su sabor levemente ácido se debe a su proceso de fermentación controlado causado por bacterias y levaduras.

Como es habitual, varios países se disputan el origen de la kombucha. En China, sostienen que el hongo que da origen a este té se podía encontrar en su territorio ya desde el año 206 a.C. De hecho, existen algunas escrituras que parecerían referirse a él como un té de hongo que tenía usos desintoxicantes y energizantes.

Sin embargo, las leyendas señalan que el origen de esta bebida bien podría ser coreano en lugar de chino. Su invento se atribuye a un médico de nombre Kombu, cuyo origen es desconocido (aunque se cree que sería chino o coreano), quien salvó la vida del emperador japonés Inkyo allá por los años 400. De ahí, provendría su nombre: Kombucha.

Sea cual haya sido su origen, la realidad es que el consumo de Kombucha se extendió primero por los países asiáticos hasta llegar a Rusia en el siglo XVIII, donde alcanzó su mayor popularidad un siglo más tarde. Poco a poco, su consumo se fue haciendo cada vez más habitual, extendiéndose por occidente hasta nuestros días.

Ahora bien, como puedes deducir de la historia que te hemos contado, la kombucha no es una novedad. De hecho, en la medicina china se utiliza hace cientos de años para equilibrar el chi (o energía vital), además de para mejorar la digestión.

El "té" kombucha

Existe en la actualidad una discusión sobre si kombucha es realmente un té o no. Elaborado sobre la base de té negro endulzado (aunque pueden utilizarse también otras variedades), su fermentación posterior lo convertiría en una infusión probiótica, con todas las  propiedades que conocemos de estos compuestos a día de hoy, entre ellos la regulación y manutención de la flora intestinal.

Ahora bien, ¿cómo se fermenta este té? La infusión se somete a un proceso de fermentación no alcohólica, totalmente controlada, donde el hongo Kombucha actúa sobre la bebida consumiendo sus azúcares y desarrollando un medio ácido.

Tras algunas semanas, se verá aparecer en la superficie de la bebida una formación gelatinosa compuesta por los microorganismos que degradan los azúcares presentes en el té, fermentándolo y otorgándole acidez.

agua embotellada para preparar kombucha

Cómo hacer kombucha en casa

La receta tradicional de kombucha utiliza té negro azucarado. No obstante, en la actualidad, es posible encontrar versiones realizadas con té verde, rojo u oolong

Las proporciones de té, azúcar y hongo varían de una ciudad a otra. Por este motivo, es posible que encuentres diferencias entre nuestra receta y otras. Pero tranquilo: siguiendo nuestros consejos, prepararás una kombucha para chuparte los dedos.

Ingredientes

Preparación

  1. Lleva el litro de agua a ebullición. Recuerda que la calidad del agua puede afectar el sabor de la infusión. Si el agua corriente tiene demasiada cal, quizá sea mejor utilizar agua embotellada.
  2. Disuelve los 50 gramos de sacarosa en el agua hirviendo.
  3. Agrega las hojas de té negro y deja reposar durante 5 minutos.
  4. Cuela la infusión para retirar las hojas de té.
  5. Deja enfriar a temperatura ambiente. Cuando el té se encuentre a 20 grados, viértelo en un frasco de vidrio e incorpora el hongo Kombucha. Presta especial atención a la temperatura porque el calor excesivo puede matar al hongo y hacer fracasar la fermentación.
  6. Almacena en el frasco de vidrio, cubierto por una hoja de papel de cocina asegurada con una banda elástica para evitar los insectos. Es muy importante que la fermentación se produzca alrededor de los 22 grados, en un rango entre los 18 y los 26.
  7. Tras algunos días, verás cómo se forma en la parte superior de la bebida una película gelatinosa: es el hongo del té. Posteriormente, aparecerán burbujas que te harán notar que el proceso de fermentación está llegando a su fin.
  8. La bebida estará lista tras entre 10 y 14 días de fermentación. Recomendamos que el décimo día pruebes la preparación para determinar si el sabor es el adecuado para ti.
  9. Una vez hayas obtenido el sabor deseado, siempre sin sobrepasar las dos semanas, retira el nuevo hongo del té, reservándolo con un poco de té fermentado en otro recipiente.
  10. Filtra la bebida y almacénala en botellas cerradas a temperatura baja (aproximadamente 5 grados centígrados).

El sabor de la kombucha

Luego del período de fermentación, el extremadamente dulce té negro base se transformará en una bebida espumosa, levemente agridulce con un deje frutado que no te dejará indiferente. Eso sí, presta atención al tiempo de fermentación ya que pasadas las dos semanas, la bebida puede continuar ganando en acidez transformándose en vinagre.

¿Te animas a preparar kombucha en casa? Vigila la fermentación, controlando que los insectos no la perjudiquen y que la temperatura y duración sea la adecuada. Al tratarse de una bebida probiótica, al igual que el yogur, te ayudará a regular el tránsito intestinal, equilibrar la acidez, reducir el colesterol y activar el sistema inmunológico.

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Fuentes

  1. https://static1.squarespace.com/static/58a5d7e78419c273bfadeb33/t/58b8e11d86e6c08fde39c6ce/1488511266325/KombuchaReviewEffects_2014.pdf
  2. https://www.researchgate.net/publication/289600313_Kombucha_tea_fermentation_Microbial_and_biochemical_dynamics
  3. http://www.monografias.com/trabajos-pdf4/te-kombucha-y-salud/te-kombucha-y-salud.pdf
Antonella Grandinetti
Antonella Grandinetti

Redactora creativa todoterreno y mamá por tres. Disfruto leyendo y escribiendo desde artículos hasta novelas. Me apasiona viajar y pasar tiempo soñando despierta con mis peques. Amante del mate y el té.

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